Rosendo en Huércal-Overa

¡Cómo no! Claro que estuve viéndole. Si he seguido algunos de sus conciertos por diversos puntos de la Geografía española .. ¿Qué quieres que hiciera .. si vino a tocar a 100 metros de mi casa?

Quiero empezar agradeciendo a los organizadores (el Ayuntamiento supongo) que me traigan a Rosendo aquí, al lado de casa, pero tengo que decir que se vieron desbordados:

– Más de media hora en cola para las taquillas (atendidas por sólo 2 personas). No obstante, la mayoría ya tenía sus entradas, las habrían comprado anticipadamente, algunos, .. a otros se las habrá regalado el enchufismo habitual (recuerdo que el año en que fui concejal de cultura en mi pueblo, me regalaron entradas para ver "El último de la Fila" aquí en Huércal-Overa .. y yo las sorteé entre la juventud del pueblo .. pero eran otros tiempos donde aún se creía en la política, y eso .. que tontos de aquellos ya no quedan).

– Mucho, mucho rato para pedir una copa. Tres o cuatro personas tenía que dar de beber y cobrar las consumiciones a toda la peña que se junta para ver a Rosendo.

¿El precio de la entrada? Me da igual pagar 1 euro, que 100 euros por ver a Rosendo. De hecho, los discos suyos son los únicos que compro originales (incluso aunque ya me los haya descargado gratis de Internet)

A pesar de todo, el concierto me gustó. Empezó con sólo 29 minutos de retraso (quizás por las colas de las taquillas) y duró prácticamente dos horas (me cuentan que el concierto del Viernes, la noche anterior, empezó con dos horas y media de retraso y la actuación apenas llegó a una hora).

Rosendo empezó tocando temas de su último disco y terminó, como siempre, tocando los clásicos de Rosendo y algún que otro tema de Leño (comprendo que tenga que promocionar los últimos discos, pero cuando la peña se mueve y salta de alegría, es cuando oye los temas de Leño y los clásicos de los primeros discos de Rosendo).

Rosendo y su grupo lo dieron todo en el escenario, como siempre, con un sonido de aceptable calidad (le da 100 patadas a lo que suelen traer los grupos a estos pueblos pequeños), pero quien haya visto a Rosendo en plazas mayores sabe lo que es un buen equipo de sonido.

También me agradó bastante el alto porcentaje de gente joven que había entre el público. A los carrozones como yo, eso nos intimida al principio, pero al final vemos que tenemos gustos parecidos, que compartimos ideas parecidas y en definitiva, celebramos y disfrutamos juntos nuestro particular 15O.

¿El resto de la feria? No la he visto .. pero aún queda, y puede que me asome un rato.